«Hoy en día debe valorarse más la satisfacción personal que da ayudar a otros»
«En el Banco del Tiempo el ofrecer servicios es algo totalmente voluntario, sin llegar a significar ningún sacrificio»
26.03.2013
Tras ponerse en
marcha hace dos años en la capital, Concha Hidalgo recoge el testigo de Teresa
Fuentes como presidenta del Banco del Tiempo con el objetivo de animar a más
zamoranos a compartir sus horas con los demás.
-¿Cómo surge esta nueva directiva?
-La anterior presidenta necesitaba un tiempo para hacer otras actividades y planteó dejar el puesto, aunque no la asociación. Y yo me ofrecí voluntaria para continuar con la labor que en su momento ella había iniciado, algo muy importante después de todo el trabajo realizado que ha consolidado el proyecto.
Pertenecía al banco desde hacía un año, por motivos personales tardé en tomar la decisión y ahí me impliqué.
-¿Qué objetivos se plantea en esta nueva etapa?
-Ante todo, dar continuidad y hacer entender el fin del banco del tiempo, que es ayudarnos entre las personas. Estamos en unos momentos bastante difíciles en los que nuestra situación económica no es la más apropiada y hay que potenciar la solidaridad entre la gente. La filosofía del Banco del Tiempo todo el mundo la conoce: cada persona ofrece una actividad para la que tiene cualidades y luego tiene la oportunidad de solicitar aquello que necesita. No es algo que implique en exceso puesto que los intercambios que hacemos suelen ser de una hora o como mucho de dos. Puede que un día te impliques más, en otras ocasiones son puntuales. No implica demasiado en la vida privada pero sí en la solidaridad, que es el fin que busca el Banco.
-¿Frena a la gente el tener que invertir el tiempo en otros?
-Es una de las cosas que más asusta o no entienden. Ofrecer estos servicios no es una obligación, sino algo voluntario. Ayudar con temas informáticos o pequeños arreglos en casa, acompañar al médico o transcribir un texto son pequeñas cosas que a veces son difíciles de encontrar. Nuestra filosofía es que la gente se anime a ayudarse unos a otros.
-¿Es una buena alternativa?
-La gente debe perder el miedo y entender que no va a alterar demasiado su vida privada ni se van a pedir sacrificios, es una colaboración. Hoy en día ayudarnos unos a otros es sobre todo una satisfacción personal. Esos valores deben potenciarse, hemos vivido una etapa demasiado boyante en la que ha predominado el dinero y es hora de que cambiemos esa filosofía de vida.
-¿Cómo surge esta nueva directiva?
-La anterior presidenta necesitaba un tiempo para hacer otras actividades y planteó dejar el puesto, aunque no la asociación. Y yo me ofrecí voluntaria para continuar con la labor que en su momento ella había iniciado, algo muy importante después de todo el trabajo realizado que ha consolidado el proyecto.
Pertenecía al banco desde hacía un año, por motivos personales tardé en tomar la decisión y ahí me impliqué.
-¿Qué objetivos se plantea en esta nueva etapa?
-Ante todo, dar continuidad y hacer entender el fin del banco del tiempo, que es ayudarnos entre las personas. Estamos en unos momentos bastante difíciles en los que nuestra situación económica no es la más apropiada y hay que potenciar la solidaridad entre la gente. La filosofía del Banco del Tiempo todo el mundo la conoce: cada persona ofrece una actividad para la que tiene cualidades y luego tiene la oportunidad de solicitar aquello que necesita. No es algo que implique en exceso puesto que los intercambios que hacemos suelen ser de una hora o como mucho de dos. Puede que un día te impliques más, en otras ocasiones son puntuales. No implica demasiado en la vida privada pero sí en la solidaridad, que es el fin que busca el Banco.
-¿Frena a la gente el tener que invertir el tiempo en otros?
-Es una de las cosas que más asusta o no entienden. Ofrecer estos servicios no es una obligación, sino algo voluntario. Ayudar con temas informáticos o pequeños arreglos en casa, acompañar al médico o transcribir un texto son pequeñas cosas que a veces son difíciles de encontrar. Nuestra filosofía es que la gente se anime a ayudarse unos a otros.
-¿Es una buena alternativa?
-La gente debe perder el miedo y entender que no va a alterar demasiado su vida privada ni se van a pedir sacrificios, es una colaboración. Hoy en día ayudarnos unos a otros es sobre todo una satisfacción personal. Esos valores deben potenciarse, hemos vivido una etapa demasiado boyante en la que ha predominado el dinero y es hora de que cambiemos esa filosofía de vida.
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